miércoles, junio 02, 2010

La sonrisa ante la tormenta

 



Aquí está Andreína, sonriéndome mientras coquetea con la cámara. Me pidió que le tomara fotos al diente que perdió - no sale en la foto - y luego se dejó tomar unas cuantas más. Esta es la que más me gusta. Me gusta también así, en blanco y negro.

Eso fué unos 20 minutos antes de la última rabieta. Ella quería saber quien es el Ratoncito Perez. En el colegio se lo habrán dicho las amiguitas. Yo quería seguir con el juego pero tanto dió el agua que mi cántaro se rompió, le dije y también le dije que como ya sabía, para qué esperar a la mañana. Le dí su dinerito y ¡cataplúm! Desastre. La llorantina fue abismal. Todavía no entiendo si lloraba por la desilución de que el Ratoncito Perez no existe de verdad verdad (porque una cosa son los chismes entre amigas y otra cosa son los hechos comprobados), o porque fui demasiado tosca en la manera en que le entregué el dinero o porque le pareció poco. Le duró 20 minutos.

Al final, tuve que volverle a montar la ofrenda al Ratoncito Perez, llevarme los 20RMB que le había dado, y poner el despertador para levantarme temprano y hacer el cambio. Ahora le tocan US$5 porque era lo que tenía guindando por ahí y porque ella insistió que no podía ser lo mismo que le había puesto antes.

Mejor la recuerdo así, con la sonrisa ante la tormenta.
Posted by Picasa

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