domingo, julio 22, 2007

Carta a mi hijo

20 de julio de 2007

Querido hijo precioso,

¡Hoy es tu octavo cumpleaños! Qué rápido ha pasado el tiempo desde que naciste. Nos has tenido tan ocupados queriéndote que parece que apenas ayer llegaste.

Este año has crecido muchísimo y estás altísimo. Qué sorpresa cuando me di cuenta que ya me llegabas a la clavícula. Ahora que estás más grande, sabes montar bicicleta y patinar con rollerblades. Estas tan grande que tuvimos que comprarte un casco nuevo y como que ya pronto necesitaremos otro. Este invierno terminaste de convertirte en tremendo esquiador. Ya puedes ir solo desde la misma cima y tus saltos me llenan de orgullo por lo atrevido que te has puesto. Pronto estarás montando la patineta que pediste para tu séptimo cumpleaños. Todavía le tienes un poquito de miedo, y no te culpo, porque la susodicha es velocísima, pero estoy segura que también conquistarás ese arte.

En el colegio te sigue yendo de lo mejor. Estas enamorado de tu maestra, Ms. Phyall, y tienes la suerte que te va tocar de nuevo en segundo grado. Tus boletas de este año están excelentes. Lo único es que en ciencias y estudios sociales como que te fastidias, pero ya verás que en segundo grado, cuando estudien el sistema solar y los animales en peligro de extinción, que estarás fascinado nuevamente.

Has progresado sobre todo en la escritura. Tienes unas ideas buenas y un estilo lindo que espero que Ms. Phyall continúe ayudándote a desarrollar. Muy pronto tendrás blog propio. Estás leyendo muchísimo, y lo que más te gusta es navegar el Internet en busca de juegos. Ya tienes dirección electrónica en yahoo, y has escrito y recibido email de Ms. Phyall y tu abuelitza. Tengo ganas de ver como se te pega la fiebre del correo electrónico para que mejores aun más tu redacción.

En segundo grado empezamos con el estudio formal del castellano, ahora que ya lees y escribes tan bien en inglés. Sé que te cuesta un poco, pero con esfuerzo de ambos, lograremos aprender juntos para que de verdad seas bilingüe en inglés y español.

Lo que más me ha gustado de este año es como te has hecho cada vez más amigo de tu hermana. Ahora por fin pasan más tiempo jugando que peleando. Recuerda que ella es chiquita y lo que más quiere es hacer lo que haces tú. A veces eso significa que te va a fastidiar para que le prestes atención. Paciencia, que ya verás como serán mejores amigos para el resto de la vida.

Mi cielo adorado, tu papá y yo estamos muy orgullosos de lo hermoso que estás y maravillados que una persona tan noble como tú haya salido de nosotros. Eres la mejor obra de nuestro matrimonio y con mucho amor y felicidad estamos presenciando como cada día ganas en sabiduría y compasión. Muchas felicidades en tu día y que tengas un magnífico 8vo año de vida.

domingo, julio 15, 2007

Regalo de Dios

Ayer, en un momento de sentimiento, le dije a Andreína que ella era un regalo que me había dado Dios. Como tiene cuatro años, por supuesto, lo tomó literalmente:

- ¿Dónde está el regalo?
- El regalo eres tú, Andre.
- ¿Es un juguete?
- El regalo eres tú, Andre.
- No veo el regalo, ¿dónde está?
- El regalo eres tú, Andreína.
- Mami, ¿puedo jugar con el regalo? ¿Dónde lo pusiste, mami?

Y más tarde,
- Mami, el regalo que me dijiste, ¿está guardado para mi cumpleaños?

miércoles, julio 04, 2007

El niño que calculaba

El viernes fuimos a comer pizza en Spiritus, la pizzería favorita de Michaelito. Le compré dos rebanadas de pizza con pepperoni, que es su sabor preferido por los momentos. (Hasta hace poco era pizza con la pura salsa de tomate y tal vez unos pedacitos de piña.) Como estamos en EEUU, fue un asalto: tres dólares la rebanada.

Michaelito se comío una sola rebanada y le reclamé que había salido muy cara, que había pagado seis dólares y que por lo menos hiciera el esfuerzo de comerse la segunda rebanada. Se me quedó mirando un instante y me dijo, "Tienes razón. En China serían casi 50 RMB." Del tiro se me olvidó la pizza. Incrédula le pregunté como había sacado la cuenta. Me dijo que yo le había dicho que la moneda de un quarter (25 centavos de dólar) valían 2 RMB. Me tuvo que continuar la explicación porque no supe como un niño de 7 años podría hacer la conversión tan rápidamente - de hecho, que se le ocurriera hacerla. Me explicó que cuatro quarters son un dólar, o sea que un dólar son 8 RMB. 8 por 5 son 40, y luego nada más tuvo que agregar en la mente cuatro cuartos más para hacer los seis dólares, y con eso llegó casi a 50.

Ese momentico de genio matemático bien valió los seis dólares y los 50 RMB.